Desde Oxfam Colombia, expresamos nuestro más enérgico rechazo a la creciente violencia que azota la región de Norte de Santander como el Catatumbo y Teorama, donde 20 personas fueron  secuestradas, de las cuales 10 son mujeres. Las comunidades de estas zonas, históricamente afectadas por la conflictividad armada, se enfrentan nuevamente a situaciones que vulneran su seguridad y su derecho a vivir en paz. Es preocupante que miles de personas se vean atrapadas en la violencia que pone en riesgo su integridad física y emocional, sin que se vislumbren soluciones claras que garanticen su bienestar.

En este contexto, hacemos un urgente llamado a la protección de la vida y los derechos fundamentales de las y los habitantes de regiones afectadas por la violencia, como el Catatumbo. Es imperativo que las autoridades nacionales asuman su responsabilidad en el resguardo de la población, garantizando un entorno libre de violencia y aseguren el acceso a los servicios básicos, como salud y educación.

Instamos al ELN y las disidencias ex-FARC involucradas en esta escalada de violencia a respetar la vida y la dignidad de las comunidades y los liderazgos sociales que son los más afectados por el conflicto.

Finalmente, solicitamos al Estado colombiano que redoble sus esfuerzos para buscar soluciones efectivas a la violencia estructural que afecta esta zona y el país. Es necesario un enfoque integral que contemple la desmovilización de grupos armados ilegales, la implementación de políticas públicas para el desarrollo social y económico de la región, y el fortalecimiento de la presencia del Estado en territorio, con un enfoque de promoción de los derechos humanos. Solo con un compromiso firme y conjunto se podrá poner fin a la violencia que ha marcado a generaciones enteras.