Fuerza de Mujeres Wayuu y Oxfam con el objetivo de seguir apoyando a los procesos de formación de niños, niñas y adolescentes en instituciones educativas rurales ubicadas en territorios étnicos, en especial con el pueblo Wayuu, desde el año 2022, apoya la construcción de una propuesta propia para la formación en Educación integral en sexualidad y la construcción de materiales pedagógicos interculturales para las instituciones educativas participantes del proceso. Así se apoya la formación en Cátedra de Paz desde una perspectiva de formación étnica e intercultural, para la vida de niños, niñas y adolescentes en el territorio Guajiro, que también han sido víctimas del conflicto armado colombiano, y que, como sujetos de derechos, también pueden participar en espacios de decisiones, de construcción de propuestas e iniciativas de paz, teniendo en cuenta su contexto y su cultura.

Considerando que la escuela es un espacio protector y de aprendizajes de vida, se empezó a trabajar en una propuesta conjunta con el objetivo de fortalecer la educación como vehículo transformador hacia una paz territorial desde el enfoque étnico e intercultural, especialmente para el pueblo Wayuu y para la población afrodescendiente habitante en algunas zonas de La Guajira. Es así como desde el año 2021 mediante diferentes encuentros, intercambios de experiencias y talleres con un grupo de docentes, directivos y sabedores tradicionales de 10 Centros e instituciones étnoeducativas rurales de varios municipios de La Guajira (Uribia, Maicao, Riohacha, Albania, Hatonuevo y Barrancas), se construyó colectivamente una propuesta de formación propia y la adecuación de materiales pedagógicos sobre Cátedra de Paz desde un abordaje étnico e intercultural. Consolidándose así en una iniciativa propia con la participación activa de diversos liderazgos locales para el diálogo, el análisis y la reexión alrededor de una pedagogía integral e intercultural.

En La Guajira y en especial en territorio étnicos sigue siendo un desafío por un lado, la garantía del derecho a la educación y por otro, el contar con una educación de calidad, integral, incluyente, diferencial y desde un enfoque intercultural y étnico, que no solo fortalezca los conocimientos y brinde herramientas a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, sino que también contribuyan con su desarrollo de vida, al mejoramiento de las relaciones entre seres humanos y a mejores prácticas de relacionamiento con la madre tierra.